Tu cliente te tiene que encontrar,
te tiene que elegir
y te tiene que comprar.
Hace unos meses hablé con la dueña de un pequeño hotel boutique en Málaga que, según me dijo, había cumplido su sueño.
Me contó que había invertido todos sus ahorros en la reforma para dejar el hotel de capricho, cuidando hasta el más mínimo detalle.
Había comprado sábanas de X-cientos hilos, toallas de Portugal bordadas con el nombre del hotel, colchones de alta gama, mobiliario de diseño, etc, etc.
Estuvimos hablando un buen rato de muchas cosas. El hotel llevaba abierto ya casi un año y la cosa iba bien, pero la dueña estaba muy agobiada con la gestión. Estaba estresada, cansada.
Sin embargo, cuando llegamos a la parte de “nosotros podemos ayudarte a optimizar la gestión y diseñar tu casita virtual para darte a conocer al mundo (y a sus futuros clientes)“, lo único importante para ella era “que sea barato”.
No me malinterpretes, no estoy diciendo que no sea importante cuidar los detalles de tu alojamiento e invertir lo que haga falta en que nuestros inquilinos se sientan como reyes, pero a veces se nos olvida que, antes de que cualquier cliente llegue a tu alojamiento y pueda disfrutar de todo eso que has preparado para él o ella con tanto cariño, tienen que pasar estas 3 cosas:
Tu cliente te tiene que encontrar, te tiene que elegir y te tiene que comprar.
¡Hola, soy María!
Y hace unos años me reinventé.
No sé si has oído esta palabra antes, pero básicamente significa que un día me planté y di un vuelco a mi vida profesional.
Dejé mi trabajo estable como consultora de IT en una multinacional después de casi 10 años y me lancé a emprender en el mundo digital. Me puse por mi cuenta.
No tenía experiencia, pero sí mucha ilusión y ganas de encontrar un trabajo “a mi medida” que me permitiera volverme a España y que me llenara tanto por dentro (a nivel personal) como por fuera (a nivel económico).
Encontrarlo no fue fácil. Probé muchas cosas dentro del mundo digital hasta que por fin di con ello (¡y lo tenía enfrente de mis narices!).
Yo no sé si tú también te has reinventado y has montado tu negocio porque era tu sueño.
O si empezaste todo esto para ganarte un dinerillo extra con una casa que tenías, pero no usabas mucho.
O, incluso, puede que hayas acabado en esta página y el negocio no sea directamente tuyo.
Sea como fuere, si estás leyendo esto ahora mismo es porque tienes un negocio y quieres que prospere.
Nosotros queremos ayudarte a sacarle el mayor rendimiento posible y que esa ilusión con la que empezaste este proyecto no se la coman los dolores de cabeza (ni las comisiones).
¡Hola, soy Daniel!
Ya desde niño me llamaba la atención la tecnología, los ordenadores y cualquier cacharro electrónico que tuviera botones.
Me gustaba usarlos, claro, pero sobre todo entender cómo funcionaban y cacharrear con ellos.
Eso hacía que a veces se rompieran y luego tuviera que arreglarlos (otra de mis partes favoritas).
Tenía claro que quería estudiar ingeniería informática y he estado trabajando, entre otras cosas, como consultor y administrador de sistemas de grandes empresas más de 8 años.
Pero soy un culo inquieto, así que aquí estoy ahora, dejando atrás todo esto para ayudar a resolver los problemas de propietarios y gestores que, como yo, quieren hacerse la vida cada día un poquito más fácil.
El tema de las casas siempre nos ha gustado.
Con decirte que pasamos más tiempo en idealista que en las redes sociales, te lo digo todo.
De hecho, hace unos años nos embarcamos en una reforma integral de un piso viejo para ponerlo en alquiler y unos años más tarde, hicimos otra inversión aprovechando una buena oportunidad.
Luego llegó la casa rural de mi madre y nos metimos en el ajo de cabeza.
Con todo ello lo que quiero decirte es que sabemos de qué va el tema, los problemas que tienes, los problemas que has tenido y probablemente, muchos de los problemas que tendrás.
Mucha gente que se piensa que para montar un negocio de alquiler turístico solo hay que poner la casa en internet y ya te empiezan a llover los billetes.
Nada más lejos de la realidad. Montar un negocio turístico no es tarea fácil, sobre todo si lo quieres hacer bien.
Lo que sí ayuda (y mucho) es contar con personas expertas a tu lado que ya hayan pasado por donde tú tienes que pasar.
Esas personas pueden asesorarte, guiarte, adelantarse a los posibles problemas que puedas tener e incluso, hacer que los evites.
Y ese es nuestro objetivo.
Queremos acompañarte, formar parte de tu equipo, ser como de la familia.
Creemos en las relaciones a largo plazo y eso implica que no trabamos con todo el mundo.
Antes de empezar tenemos que ver si cuadramos, si conectamos, si compartimos valores y si tenemos la misma visión sobre el negocio a largo plazo.
Trabajamos con personas comprometidas, inconformistas, que buscan lo mejor para sus clientes y también para ellos mismos.
¿Te cuento algo más personal?
Sí, por si no ha quedado claro, Dani y yo somos pareja.
Nos conocimos en la universidad y llevamos juntos desde entonces.
Nos casamos en 2015, tuvimos a nuestra primera hija en 2017 y a la segunda en 2019.
– “Vosotros os vais un par de añitos allí y cuando se arregle esto, os volvéis”.
Eso lo dijo mi suegra cuando emigramos a Alemania en 2012.
El tiempo pasó y ese “par de añitos” se convirtieron en más de 10.
Me da mucha rabia descubrir alojamientos con reseñas super buenas y sin web oficial.
O con algo que parece una web, pero no permite reservas ni hace honor al alojamiento.
¡La de clientes y dinero que se pierde!